La historia de los pueblos es interpretada de diversos modos. Su explicación está siempre, subordinada al interés de un grupo social determinado que "hace" la historia de acuerdo a sus intereses.
En este sentido nuestra historia ha sido escrita por y para la feudal burguesía criolla; para consolidar su dominio y para justificar sus excesos. Por eso es que, la historia oficial nos presenta, como aberraciones populares o como movimientos abominables, hechos que han sido inspirados en las más honda emoción social y en el más puro deseo reinvindicatorio.