Su conocimiento del Chaco, tanto en la fase previa del conflicto cuando estuvo destinado allí, en la labor de exploración y afirmación de la soberanía nacional, como durante la guerra, lo llevó a interesarse por la nación de los chiriguanos, uno de los grupos étnicos de mayor importancia en Bolivia y sin embargo, menos conocidos y estudiados.
El libro del General Vidaurre en torno a la semblanza de un jefe chiriguano que él concoció, es en realidad un fresco histórico de una raza, desde los tiempos de la conquista española hasta nuestros días. En este libro se encuentran episodios como el de la guerra civil de 1892, totalmente ignorados por nuestros historiadores, así como las costumbres, hábitos guerreros y creencias de los chiriguanos, la raza indomable.