La primera reforma agraria de 1953 generó procesos altamente contradictorios cuyas consecuencias han asumido proporciones dramáticas que amenzan hoy la integridad del país. En Bolivia el asunto de la tierra está en el centro de la discusión contemporánea como en ningún otro país de América Latina, especialmente desde los inicios de los años 90 en que esta problemática se articuló con las demandas étinicas de territorios indígenas y los cultivos de oleaginosas comenzaron a crecer espectacularmente.
Ante la constatación de que una de las principales causas de la pobreza rural de Bolivia es la escasez absoluta de tierras agrícolas en la región andina junto con la alta concentración de la tierra de los llanos orientales en pocas manos y el uso especulativo no productivo que en muchos casos se le da a ésta.