El libro de Ochoa es, a la par que ameno, ilustrativo, y quien quiera tener una idea fresca y buena del Potosí de todos los tiempos debe leer este libro.
El ambiente colonial de la ciudad única se halla muy bien reconstruido en el libro de Ochoa a tal punto que maguer se haya estado ausente de la Villa Imperial durante decenas de años, se siente un grandísimo aletaszo de evocación de ese aire idefinible, ozonizado estimulante de Potosí. Escritos en un prosa culta, exteriorizan una hebra narrativa a cuyo término surge una sentida y honda melancolía reflexiva.