El estado colonial está logrando sobrevivir usando promesas, amenazas, coimas. Las lecciones de estos combates históricos deben aprenderse para no tropezar en la misma piedra:
1.- El pueblo indio gana cuando guerrea, pierde cuando politiquea. Siempre ha sido así. En 1825 no supo culminar su victoria militar con una victoria política institucional. Los caminos zigzagueantes de la politiquería criolla están llenos de mentiras, promesas incumplidas, contubernios, traiciones, amenazas, calumnias, cobardías, hipocresía. No conducen a al liberación del Kollasuyu, sirven sólo para distraernos.
2.- Frente a la insurgencia india el estado boliviano va creando una costra "indígena". La usa para engañar a la Nación Aymara Khiswa Amazónica para hacerle creer que puede liberarse poco a poco, ocupando progresivamente espacios dentro del estado colonial. Esto es falso. No se puede construir sobre la basura. Primero hay que limpiar Los Andes, destruir la Colonia, es decir destruir el estado colonial boliviano para comenzar a edificar nuevos Tiwanacus.
3.- Una dirigencia india unipersonal, caudillista es débil. Se rodea de enanos para evitar que le hagan sombra y se pone de rodillas frente al enemigo con facilidad.