La sociedad blanco-mestiza boliviana se ha rehusado generalmente a lo largo de la historia republicana a nombrar, percibir y representar a las poblaciones indígenas de las tierras bajas como bolivianas.
Entender esta situación implica desentrañar las diversas percepciones y representaciones que el Estado, instituciones representantes y empleados públicos, los grupos dirigentes, las capas medias e incluso los sectores populares blanco-mestizos han forjado sobre estas poblaciones y en particular sobre los guarayos y sirionós. Este libro rastrea y direcciona el origen, los ingredientes, las continuidades y los cambios en la representación de ambos grupos indígenas y de los territorios por ellos ocupados desde 1825 hasta 1952. Analiza así la representación que actores europeos y bolivianos, científicos, misioneros, aventureros, intelectuales, funcionarios, periodistas, etc. forjaron sobre los guarayos y sirionós en un contexto neocolonial del mundo que distinguía entre el Uno, occidental, europeo y blanco, concebido como lo moderno y avanzado, y el Otro constituido por poblaciones y culturas consideradas "atrasadas" cuando no "salvajes".