El patrimonio cultural ha sido uno de ellos, especialmente en los años más cercanos a nuestro momento, gracias a la potencialidad que esta tecnología tiene en diferentes aplicaciones. Esta incursión, avalada por un gran número  de publicaciones, proyectos y casos concretos de aplicabilidad, posee un gran referente que verifica esta relación como es la introducción dentro del Inernational Symposium on Mixed and Augmented Reality (ISMAR), el congreso más importante sobre realidad aumentada a nivel internacional. Podemos considerar la realidad aumentada como una herramienta con gran proyección para la puesta en valor del patrimonio, que se adapta a las necesidades de este tipo de entorno, facilitando la tarea de difusión de contenidos mediante una experiencia didáctica  y atractiva que se inserta en la dinámica de nuestra sociedad. Por otra parte, el uso de la realidad aumentada se plantea como una tecnología pionera dentro de la amplia gama de recursos museográficos  basados en las nuevas tecnologías, y que pretenden ofrecer una imagen en la que existen varios discursos e interpretaciones para expresar los contenidos de este tipo de ámbitos.^ies.