Ya transcurrió más de una década del actual proceso de transformaciones estatales iniciado en Bolivia el año 2006, tras un largo proceso de acumulación social y política. La construcción del Estado plurinacional con los diferentes tipos de autonomía, con inclusión social y participación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y la vigencia de sus derechos, entre otros aspectos se traducen en normativas, iniciativas, acciones y debates que presentan avances, dificultades y también desafíos a corto y largo plazo.
La demanda de autonomías en el caso del sector indígena originario campesino secunda a la lucha de las organizaciones, comunidades y familias campesinas e indígenas, iniciada hace dos décadas y a los avances logrados en el acceso a al tierra, al territorio y a los recursos naturales; a los esfuerzos por ejercer su defensa y el control, y a su gestión productiva para lograr la seguridad alimentaria y generar ingresos. En dichos espacios territoriales, a pesar de los cambios mencionados aún persisten la pobreza, la marginación y la exclusión, especialmente de mujeres y jóvenes.