Gustavo Rodríguez parte de una pregunta fundamental para relatarnos la formación de la conciencia e identidad de la clase obrera minera boliviana entre los años 1825 a 1952: ¿Cómo se produce y cuál es el lugar de la "conciencia de clase"?.
El autor parte de la definición de conciencia de clase del historiador inglés Edward P. Thompson, que define a la clase como producto histórico o como lo sintetiza magistralmente nuestro René Zavaleta Mercado "una clase es lo que ha sido su historia".
"Su historia"ha determinado, que la clase obrera minera boliviana, a diferencia de otras clases obreras del capitalismo caracterizadas por una cultura "más obrera" y típicamente proletaria, no exija una ruptura radical con el mundo agrario y sus comunidades tradicionales. Ahí radica su fuerza para expresarse y cohesionarse cambinando prácticas modernas con las de la tradición y herencia étnica y que subsistirían hasta hoy.