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La corrupción requiere de dos, pues si bien, existen servidores públicos que aceptan sobornos, es lógico suponer que también existen personas naturales y urídicas que los pagan. Por lo tanto, ambos son igual de dañinos y perjudiciales, y se necesitan íntimamente para poder subsistir y coexistir. El contrabando lleva consigo una red de corrupción que ocasiona severos daños a la economía nacional, motivos suficientes para que éste ilícito penal debiera estar incluido dentro de los delitos de corrupción. El presente libro constituye un aporte a la doctrina penal puesd analiza cada uno de los delitos de corrupción y en especial los delitos de legitimación de ganancias ilícitas (lavado de dinero), enriquecimiento ilícito cometido tanto por servidores públicos como por particulares con afectación al Estado ^ies |
