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Haremos referencia explícita al escrito: Encyclicas o cartas circulares, que en tiempo de su oficio expidió a los Reverendos Padres Conversores de las Conversiones, o Reducciones de su cargo el P. Antonio Comanjucosa. Las cartas son, sobre todo, indispensables para capar el espíritu y voluntad que animaron a los franciscanos. Fueron denominados Encíclicas, en cuanto estuvieron escritas por una autoridad constituida, que erra el Prefecto de misiones. Asimismo, nos encontraremos en ellas la extensión y la postura en cuanto a la conocida “contienda†entre el P. Antonio Comanjucosa y Don Francisco Viedma. Las discusiones vertieron sobre aquel tanto de legitimidad que justificaba el modelo reduccional. La defensa del modelo correspondió al P. Prefecto, y la introducción de tal tema, en declaraciones formales con los Padres conversores, equivalía a poner en duda el sistema de acción que era del Colegio de Propaganda Fide. Por tanto lo que el P. Antonio escribió era de completa sintonía con los frailes; y el, consciente de su ministerio, no descarto sacrificios por defender el legado de presunción de bien a favor de los pueblos originarios. En su obligación de custodiar al régimen reduccional no reparo en consideraciones de amistad y fue claro en sus señalamientos con las autoridades involucradas en el asunto.^ies |