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El presente artículo menciona que la potestad del superior local abarca las diferentes dimensiones de la vida religiosa no se agotan con las competencias que le concede el derecho. El Superior Religioso es titular de un oficio eclesiástico que lo ejercita a tenor del derecho universal y particular. Su misión es animar la vida de los religiosos a él confiados, que deberá hacerlo buscando descubrir y seguir la voluntad de Dios, en orden de la santificación y salvación de los miembros de su comunidad, pies tendrá que rendir cuentas a Dios de las almas a él confiadas. Ejerce su autoridad con la potestad que ha recibido de Dios por ministerio de la Iglesia, teniendo presente que es Cristo quien gobierna su Iglesia por ministerio de los superiores. En la Iglesia la autoridad es el servicio, porque es el mandato de la caridad fraterna en el marco de la corresponsabilidad que busca servir antes que amenazar y conquistar el amor, incentivando a sus hermanos de comunidad a vivir con entusiasmo su vocación.^ies |
