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Las paginas escritas relatan sobre todo esfuerzos de obras intelectuales, apostólicas y de caridad. Sin embargo estas no tendrían significación cabal sin rememorar el modelo de vida del cual nacieron. Las crónicas conventuales, que son la historia de los quehaceres cotidianos, insisten siempre en la dimensión espiritual, en la celebración de los oficios litúrgicos, la oración individual y comunitaria y en tener tiempo en la soledad de la celda, para dedicarlo a la lectura. Con las ediciones históricas iniciadas en1981 con la obra del Padre Manuel Mingo han salido ha relucir todos los componentes de aquella vida: templo, las bibliotecas, el archivo y el museo. Al final menciona que no se presentan bibliográficas de los valientes misioneros, asimismo de los grandes cronistas, autores e impulsores de las obras que son nuestra historia.^ies |