520 |
|
Potosí en la época colonial fue una ciudad dinámica y llena de vida que practicada la virtud religiosa como aspiración a la salvación. Una ciudad grande y cristiana que tenía que ver con la importancia de sus santos y sus mártires, con su valor y fortaleza en la defensa de su fe, con un número y calidad de sus instituciones religiosas, con la firmeza de su devoción y la práctica de la caridad. Todas las ciudades españolas competían en su afán de alcanzar la consideración de verdaderas Civitates Dei, y para ello alegaban, cuando no inventaban, sus méritos y privilegios. Las historias urbanas y coreografías de los siglos XVI y XVII están impregnadas de esta obsesión por lustrar las imágenes simbólicas que configuraban la personalidad, el prestigio y el estatus de una ciudad en competencia con otras. Por lo que, se describe las imágenes, las iglesias, las fiestas patronales y todo el potencial espiritual de la Villa Imperial.^ies |