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Inmersos en la sociedad de la información/conocimiento, gracias al inmenso desarrollo de las tecnologías de la información, parace oportuna esta reflexión sobre el concepto de documento, clave en la configuración de la ciencia de la documentación. El desarrollo de esta nueva ciencia ha popularizado por un lado, el término documento y por otro le ha dado una amplitud nueva, superando sus límites tradicionales de texto escrito producto de la actividad jurídica o administrativa y a la postre conservado en un archivo. Se compara este concepto tradicional con el concepto genérico de documento, que se ha impuesto por la necesidad de dar una denominación común a la multitud de soportes producidos en el siglo XX. Antes, la diacotomía estaba clara: documento (archivo) libro (biblioteca). Cada uno de estos centros tenía sus funciones, sus documentos particulares y sus formas de tratamiento. También en este caso, la importancia concedida a la difusión de la información y las tecnologías de la información han acortado distancias. Sin embargo, parece que en estos albores de la era digital, noestá de moda hablar de documento, como si una parte de este concepto el soporte hubiera dejado de tener relevancia. El desarrollo de las tecnologías de la información, que pueden permitir recuperar la información en un vehículo distinto del original y la importancia de la información como recurso que ha trascendido el a´mbito de las unidades de información para llegar al mundo de la empresa, ha llevado a acentuar la importancia del mensaje dentro del documento. Se escribe sobre recursos informativos en nuestra bibliografía profesional, e incluso se propone que este sintagma sustituya al término documento. se estudian las peculiaridades de los documentos/recursos digitales y sus implicaciones en los procesos y los servicios de archivos y bibliotecas ^ies |