520 |
|
En Bolivia, un nuevo país se va construyendo en tensión con el otro que no quiere irse. Esta reinvención confronta proyectos y sueños de sociedad que parecen no encontrar puntos comúnes sino sólo intolerancias, por lo que Alvaro García Linera, Vicepresidente del país, habla de un "empate catastrófico" que no puede tener salida en el marco de un Estado monocultural. Y entre reinvindicaciones inmediatas y propuestas estructurales que recuperan su tradición insurreccional, el movimiento popular boliviano provoca una inédita revolución en democracia con un "histórico desempate" en las urnas. Así Bolivia se convierte en la piedra en el zapato de un modelo que no tiene más destino que ceder el paso al desafío de inventar otro patrón de desarrollo basado en la dignidad, la soberanía y la productividad para vivir bién ^ies |