520 |
|
A lo largo de cuatro mandatos, entre 1933 y 1945, Franklin Roosevelt es
el primer presidente que de un modo sistemático y con éxito usa los
medios de comunicación para crear su imagen pública y para defender su
visión política. Es un presidente argumentativo, pero no tanto por su
relación de cooperación crítica con el Congreso y el Senado, sino por su
exposición continua a la opinión pública. Con el electorado, el público
americano, trata Roosevelt de forjar una relación de cercanía
comunicativa para explicar y justificar la necesidad de sus políticas;
consigue así reforzar y revalidar la legitimidad de las urnas mediante
la legitimación ciudadana de una forma de gobierno que en determinados
momentos de sus mandatos, en especial durante el primero por el recurso a
medidas de excepción, bordea los límites constitucionales. Ante la
Cámara de Representantes sus alocuciones son llamadas de atención
enérgicas, apelaciones a la responsabilidad de los representantes
políticos, por lo que considera que son las prioridades del país; marca
de esa manera persuasiva, y casi incuestionable a veces, la agenda
política. Con los periodistas ensaya un tipo de relación más fluida y
distendida que la que tuvieron sus antecesores, pero esa aparente
sintonía no siempre oculta que las reglas de juego fueron más fruto de
una imposición.
|