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Pamplona
y su Universidad, tan querida, fueron fundamentales en la comprensión de su
estilo de vida y por supuesto en su pensamiento; ya que el doctor Seleme fue de
aquellos hombres capaces de vivir como pensaba. Es en la facultad de Medicina
donde conocerá al que ha de ser su maestro y amigo, don José Soria él será
quien lo inicie en la psiquiatría y el estudio de la psiquiatría y el estudio
de la psicología y psicopatología, con el conocerá a otros grandes maestros del
pensamiento médico psiquiátrico como Jaspers, Von Gebsattel, Minkowski,
Binswanger y a través de éstos a Dilthey, Buber, Scheler, etc.
Pero Pamplona,
no sólo una experiencia universitaria, es además una experiencia existencial;
significará el desarrollo de una profunda espiritualidad cristiana. Su
catolicismo se hace comprometido y lo será hasta el final como se verá en sus
artículos.
El manejo
de enfermos mentales y anímicos en la práctica psiquiátrica requieren en
su formación del conocimiento científico que le brinda la psicopatología y
sobre todo en la psicología comprensiva y la psicología profunda.
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