Marc 21

001 17520
003 BAHAALP
005 17092020094806
006 $m 17092020094806
082 808.81
090 C387c
100 Cea, José Roberto
$q José Roberto Cea
245 Códice liberado
246 (Selecciones del libro Todo el Códice)
$b Incluye portada
260 El Salvador : Ministerio de Educación; 1968.
$a El Salvador
$b Ministerio de Educación
$c 1968
300 80 p. 21 cm.
$a 80 p.
$c 21 cm
490 Colección Ramón Rocha Monroy
500 $3 1
520
La metáfora justa para el pensamiento mágico es otro de los valores de estilo de Todo el códice: podrían llamarse toques de sinestesia cuscatleca: "Los tambores del agua se derriten. /Amanecen los cantos y suben -primaveras- por los cerros ... " Y pueden agregarse varias otras figuras típicas de la poesía realista, conversacional, de José Roberto Cea y los de su generación: ironías, personajes, variación de tonos, giros del habla popular, puntadas de humor... Poder de la poesía: mito y compromiso. Este es un litro de fuerza telúrica: a través del poeta hablan los más abuelos, los príncipes náhuat, mensajeros de la Madre Tierra. Su poder de significación y de convocatoria radica en la magia de los códices indígenas y en la virtud del canto, gracias al tejido vérsico personalísimo de José Roberto Cea, sobre todo en los dos primeros libros, los más ancestrales, se plasma una visión mitológica de Izalco y de Cuscatlán (El Salvador). En sus versos desfilan los símbolos arcaicos de la fauna y la flora sagradas de los nahua-pipiles: el venado, el caracol y los pumas; el amate, el bálsamo, el cacao, el maíz; las chirimías, los atabales, la luna, la danza ... Y esa deliciosa galería de brujos de Izalco, entre ellos la abuela y un tío del poeta.
Color local: Izalco. Color nacional: El Salvador. El libro evoluciona de lo antiguo indígena, cuyo santuario es /zaleo, hacia lo presente nacional: "Crónica salvadoreña ", el poema final, es una convocatoria y una profecía de la guerra que vendrá.
Otro de los ejes semánticos de Todo el códice es el fortísimo yo del poeta que se sabe a sí mismo un elegido. De ahí un cierto tono bíblico cuando se dice a él mismo en "Ritual del que recibe", versos que recuerdan versículos del Eclesiastés:
Para el lector que por primera vez se adentra en este códice total, modelo de sincretismo poético, será bueno recordar que fue escrito justo antes de la guerra de los doce años (1979-1991), cuando los poetas comprometidos no sólo la veían venir sino que platicaban con ella, con la guerra, como augurándola desde la parte popular, la de raíz indígena. Hay que leer, entonces, esta obra como un preludio de un huracán que ya pasó y que fue por ella no sólo perfectamente preludiado sino, más aún, trascendido hacia el momento actual de postguerra (finales del siglo XX): la ciudad del canto, que tiene hoy aún más vigencia como telón de fondo de la construcción de una verdadera paz.
A mi juicio, la clave principal de lectura de Todo el códice es la dialéctica nacional del ser y el no-ser: el conflicto entre tradición y modernidad, historia y utopía, indio y español: el mestizaje cruel de la "Crónica salvadoreña" en que viene a desembocar esta obra maestra. En una palabra: la identidad, el ser del poeta en función del ser nacional, y viceversa: un compromiso total


521 Cualquier público
546 Español
650 POESIA; POESIA SALVADOREÑA; LITERATURA
850 Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional