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Ya en 1930 nuestro autor había visto impresa una
obra con su rúbrica en la revista Élite; se trata
del relato Juan del cine. Más que la importancia
del mismo relato- que pone de manifiesto su interés por
uno de los temas y asuntos de la civilización moderna y su
afinidad con el futurismo- su presencia en dicha
publicación constituye, según el propio Meneses, su
bautismo como escritor, ya que ese número
precisamente ha pasado a ser paradigmático,
emblemático y definidor de una generación de
escritores, que se formaron durante los años finales del
gomecismo.
Empero, para Meneses, 1934 es su año: es
entonces cuando circula su primera novela- Canción de
negros- así como ve publicados los relatos
Adolescencia y, en un volumen especial de la
Asociación de Escritores de Venezuela, La balandra
Isabel llegó esta tarde, una de sus más
celebradas piezas, que sería posteriormente adaptada al
teatro, al cine y hasta la televisión, deparándole
a nuestro autor un especial reconocimiento.
Entre esa fecha (1934) y el momento de su muerte
(ocurrida como se dijo en 1978), y aún después, son
editados numerosos libros de Meneses en casi todos los
géneros: novelas, cuentos, obras teatrales, ensayos;
también escribió guiones para radio,
crónicas; sólo con el género poético
no quiso probar suerte nuestro autor, hasta donde tengo
noticia.
De igual modo, las colaboraciones de Meneses con
diversas publicaciones periódicas son numerosas: con la
Revista Nacional de Cultura (desde 1941) y la del diario El
Nacional (desde 1945), la Revista de América de
Bogotá (1946), el papel literario de El Nacional (desde
1954). Asimismo, fue director de la revista Élite, de
Ahora, El tiempo, El Nacional, Últimas Noticias, la
revista del Concejo Municipal de Caracas, Crónica de
Caracas (noviembre 1964), donde escribió con los
seudónimos de Juan de Caracas y José
de las Gradillas.
En cuanto a premios y reconocimientos, Meneses
también saboreó las mieles de los certámenes
literarios: ganador del concurso de la revista Élite con
Campeones (en 1939), ganador del concurso de Cuentos de
El Nacional con La mano junto al muro (en 1951), ganador
del Premio Arístides Rojas de novela con El falso
cuaderno de Narciso Espejo (en 1952), Premio Municipal de
Prosa por La misa de Arlequín (en 1963). En 1967
obtiene el Premio Nacional de Literatura por su obra en
conjunto.
La narrativa de Meneses ha sido objeto de diversas
valoraciones, análisis y estudios, por parte de la
crítica en Venezuela y en Latinoamérica, que
considera tanto la importancia de la obra menesiana per
se, como lo que representa en el proceso literario
venezolano y latinoamericana del siglo XX, esto es, en el
contexto de la literatura que le precedió y en el contexto
de las vanguardias, y es que nuestro autor formó parte de
un proyecto estético común, junto con otro grupo de
escritores de su época.
Guerrero (1996) considera que Meneses se constituye en
un puente que lleva de Pocaterra y Gallegos hacia Garmendia y
Balza, del criollismo y el costumbrismo a la indagación
psicológica y a la experimentación con el lenguaje.
El término empleado por este crítico me parece
justo para definir la obra de Meneses: un puente, porque tiene un
punto de apoyo en el otro lado, no deja del todo lo que antes
fuera y, por el otro lado, llega a esta orilla donde ya podemos
hablar de la narrativa contemporánea.
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