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¿Cuándo empezaron a escribir las mujeres? ¿La escritura fundacional que
tuvo lugar en los conventos se produjo principalmente a través de
autobiografías y confesiones? ¿Qué nuevos saberes e imágenes se
incorporaron en los siglos XVII y XVIII? ¿Qué literatura produjeron las
románticas y las feministas del siglo XIX y qué nuevas representaciones y
símbolos introdujeron? ¿Las escritoras del siglo XX han logrado
modificar el canon literario? Estas son algunas de las preguntas que se
analizaron durante el Tercer Simposio Internacional Escritura Femenina e
Historia en América Latina, realizado en Lima entre el 9 y 11 de agosto
del 2006, cuyas actas selectas publicamos en un libro que nos habla del
amplio camino que han recorrido las mujeres que escriben, y de la
extensa bibliografía de la literatura femenina desde las primeras voces
que surgieron en los conventos de los siglos XVI al XVII, y los cambios
que se produjeron durante el período colonial en América Latina. A
partir de finales del siglo XIX, en el que destacan escritoras como
Clorinda Matto de Turner, María Nieves y Bustamante, Mercedes Cabello de
Carbonera, Adriana Verneuil, Madame Calderón de la Barca, y Juana
Manuel Gorriti, entre otras, hasta las primeras décadas del siglo XX, se
produjo en América Latina un intenso proceso signado por
transformaciones económicas y políticas que tuvo una notable influencia
en las mujeres. Aunque su rol tradicional no sufrió grandes cambios, es
indudable que durante este período surgió un nuevo discurso, y el corpus
de la literatura femenina se empezó a transformar. Todo lo cual se
advierte más claramente en la escritura femenina posterior a los años
treinta del siglo XX de las escritoras: Aurora Cáceres, Catalina
Recavarren, Sara María Larrabure, Patricia Galvao, Carmen Boullosa,
Luisa Valenzuela, Sylvia Molloy, Rosario Ferré, Cristina Peri Rossi,
Marta Mercader, Yolanda Pedregal, María Luisa Bombal, Tutuna Mercado,
entre otras. Proceso que también se advierte en la dramaturgia escrita
por mujeres, y en la poesía femenina desde las poetas cubanas del siglo
XIX, y las posteriores voces líricas de Alfonsina Storni, Alejandra
Pizarnik, Gioconda Belli y Margara Russotto. En el marco del Tercer
Simposio se tributó un homenaje al peruanista francés Roland Forgues por
su fecunda labor en favor de la difusión de la cultura peruana.
Intervinieron el escritor Carlos Garayar, Yolanda Westphalen y Sara
Beatriz Guardia, quienes realzaron su presencia en el Perú desde hace
cuarenta años, durante los cuales con fervor y largo aliento ha
estudiado a los más importantes escritores, y se ha ocupado de la poesía
escrita por mujeres en su libro: Las Plumas de Afrodita. Como dijera
Carlos Garayar, Roland Forgues ha recorrido el territorio peruano en
diversas ocasiones, “tomando contacto con sus variados paisajes y
habitantes; se ha sumergido en su historia; se ha interesado por su
folclor, su gastronomía, su política pasada y contemporáneaâ€. Y, no dudó
en “asumir el reto de estudiar a los autores más representativos
–Vallejo, Mariátegui, Arguedas, Vargas Llosa–, pero también manifestó
interés por comprender y difundir a escritores menos estudiados o
jóvenes en el comienzo de su carrera, en el entendido de que son parte
del mismo panorama, sin la cual éste quedaría incompletoâ€.
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