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En la primera parte del libro, el autor nos demuestra de forma magistral y desde la praxis que la reconstrucción de la memoria de un pueblo puede trascender lo meramente académico y aportar sustantivamente al fortalecimiento de la identidad cultural y de los gobiernos locales, abriendo el diálogo entre saberes y conocimientos científicos. En la primera parte Ticona nos introduce al tema dándonos a conocer el estado del arte de la historia oral en Bolivia; en la segunda parte, retoma los trabajos de esa primera ola de andinistas, resaltando la visión mas integral del planteamiento de Condarco al no caer en lo económico o cultural solamente, aunque es poco crítico.^ies |