En la novela que nos ocupa, Maugham está presente como personaje dentro
de la ficción. Recurre a la técnica de lo que podríamos llamar narrador
“situadoâ€. Todo lo que cuenta sobre la peripecia vital de Larry lo sabe
en su condición de testigo directo o porque alguien que participa en el
curso de la acción le refiere los sucedidos. Gracias a este artificio
narrativo, la novela adquiere un aire de crónica sencilla, casi íntima,
historia que nos reconstruyen los personajes en sus encuentros y
desencuentros, cuando los avatares de la existencia les llevan a
coincidir en tal o cual restaurante u hotel del París de entreguerras y
alguien formula la pregunta: “¿Qué ha sido de ese chico tan encantador,
Larry Durrel?â€
Aparentemente, Maugham no posee ningún poder sobre los personajes ni
conocimiento privilegiado alguno sobre su intimidad. Esta aparente
limitación del autor en relación con sus criaturas —pues al fin y al
cabo estamos ante una novela y no ante unas memorias— tiene un efecto
curioso. Los personajes más superficiales , como Isabel, la hermosa,
egoísta, convencional y moderadamente ambiciosa novia de Larry o su tío
Elliott, un americano en París, dedicado al mercado del arte, lo que le
ha permitido hacer una gran fortuna y vivir consagrado a la alta
sociedad europea, a la que venera y a la que soborna con grandes fiestas
para ser aceptado, decía que estos personajes aparentemente
superficiales, accidentes necesarios en la trayectoria dramática del
personaje central, están mucho mejor construidos y son mucho más
creíbles que el propio Durrel. Es posible que eso se deba a que Isabel
tiene razón cuando le dice al autor-personaje que sus novelas resultan
tan buenas “porque tiene un gran poder de observaciónâ€, afín a un
naturalismo “soft†que encaja muy bien en sus criaturas mundanas, pero
no con un sujeto cuya vida gira en torno a una aventura espiritual. La
pregunta que la encarna y guía, así, la vida de su protagonista es ¿qué
sentido tiene nuestra vida toda vez que está destinada a la muerte y
atravesada por el mal? También es posible que Larry no sea un personaje,
sino un ser de carne y hueso que rompe las costuras de la ficción.