Los textos que presentamos no conocieron la problemática actual,era otra muy similar, de proporciones menores pero entonces, La Paz contó con el aporte oportuno de un Villanueva que como un Hausmann andino, tuvo el tino de marcar las pautas fundamentales para su crecimiento y supo, contra viento y marea pensa y obrar para que la ciudad de hoy tuviera al menos un atisbo de plan y racionalidad.
El libro arranca con el proyecto de la necesidad de crear una avenida central, por entonces inexistente lo hace en el año 1912, es decir hacen ya más de cien años y su concreción se alarga hasta los años cuarenta con el alcalde Nardín Rivas, un plan ambioso y costoso, aunque desde luego puesto en la balanza del costo-beneficio, fue favorable a la ciudad y por tanto no fue oneroso, sino imprescindible.