En términos comparativos con naciones vecinas en el periodo 1850-1930, pocos extranjeros se radicaron en bolivia; probablemente entre 4.000 y 5.000. A fines de la cuarta/inicios de la quinta década del siglo XX ingresaron unos 7.000 a 8.000 judíos al país. De esta manera, en apenas un trienio y a lo largo de aproximadamene el cuarto siglo siguiente, ellos conformaron la mayor colectividad foránea en la república. En este contexto llama la atención que mientras historiadores bolivianos han producido obras sobre alemanes, árabes, italianos o japoneses que se asentaron en su territorio, hasta el presente no haya existido en la historiografía nacional una referente a la presencia judía en Bolivia. Escrito con gran destreza y de manera sumamente amena, pero sin perder la rigurosidad académica, este libro incursiona en las vicisitudes del arribo, de la inserción económica, de los problemas de la integración sociocultural, del éxodo y del legado de esta corriente migratoria; no cayendo en simplificaciones ni generalidades.