En el cumplimiento de la delicada misiónde redactar un Anteproyecto que modifica casi totalmente al Código Mercantil en vigor, se tropezó con el principal inconveniente de no contar con estudios críticos ni comentarios rspecto de los méritos o defectos del actual Código Mercantil que data de 1843, y que habrían servido de punto de partida para la redacción del Anteproyecto. A la ausencia de estudios serios de los profesionales, se ha sumado la apatía colectiva y la falta de costumbre en nuestro país de organizar congresos, mesas redondas y otras formas de reunión profesional con fines de estudio de todas y cada una de nuestras leyes fundamentales, cuyos resultados habrían constituído la mejor fuente de información y una magnífica guía acerca de las necesidades actuales de la sociedad a la que va a servir la ley que se proyecta.