En el mundo guaraní nombrar es un acto de suprema importancia: el nombre resuena en la esencia del recién nacido, convirtiéndose en el hilo que conecta el cuerpo con el alma. Elías Caurey sugiere que un guaraní no tiene un nombre, sino que es su nombre; de ahí que llevar un nombre guaraní significa mantener vivo el riquísimo legado de esta nación. El autor nos propone un viaje por la cultura guaraní a través de sus nombres y su mitología, sorprendiéndonos con la cualidad poética de sus imágenes y la sonoridad del idioma, pero también maravillándonos con las historias de sus antepasados  y con la sabiduría de su ñande reko (modo de ser). Para este hermoso y necesario libro nombrar es una forma de recuperar el alma.