Innegablemente en losúltimos cinco siglos hemos asistido a la reconfiguración del tejido religioso andino. La presencia cristianaen los Andes es innegable, como también lo es el predominio de la iglesia católica y el crecimiento veloz de las iglesias evangélicas, especialmente las pentecostales. Lo anterior no nos debe hacer perder de vista la fuerza y el dinamismo de las culturas andinas y la persistencia de su práctica religiosa, muchas veces sincretizada y presentada como catolicismo popular o pentecostalismo indígena.