El tema del crecimiento económico con equidad sigue siendo un objetivo lejano para los países latinoamericanos. Las políticas diseñadas en las últimas décadas no logran impulsar procesos de transformación estructural que conduzcan al crecimiento de la economía real y al mismo tiempo al mejoramiento en la distribución del ingreso en términos de provisión de empleo mejor remunerado y de prestación de servicios públicos básicos a nivles dignos para la mayoría de la población.
Los procesos de formación de políticas públicas en América Latina se realizan en ambientes de alta complejidad donde los partidos políticos, medios tradicionales para la canalización del debate sobre los asuntos de interés nacional, viven una honda crisis caracterizada por el descrédito de su dirigencia, la falta de orientación ideológica y una alta dósis de pragmatismo; esto es un momento histórico muy exigente en decisiones orientadas, en calidad y secuencia a atender los desbalances macroeconómicos, impulsar el crecimiento en un marco de globalización de la economía mundial y a alterar al mismo tiempo los factores que llevan al alarmante incremento de los niveles de desigualdad y exclusión social.