Las narraciones contenidas en este libro, basadas en la realidad y la fantasía, únicamente persiguen tres objetivos. Por una parte, recuperar el contenido de bolivianidad de un distrito prácticamente ailsado. Por otra parte, no echar al olvido los empeños exploratorios que se anticiparon al conflicto bélico que motivó la incursión de la explotación gomera y el encuentro de tribus pacíficas cuya mansedumbre posteriormente no se supo alentar, pues, las referencias después de 1846 solo hacen mensión a "bárbaros indómitos, aguerridos, alevosos, protagonistas de terroríficas leyendas y aviesos malones".
Por otra parte, es importante divulgar que la porfiada navegación del río Madera es parte integrante de la historia pandina inopinadamente desviada, porque el potencial del auge gomero tuvo gran magnitud en el entonces Territorio de Colonias y los dramáticos episodios acaecidos por su causa son la adversidad confrontada por los Caripunas, como consecuencia de las palpitaciones de la febril persecución de locas utilidades que generó la explotación de la goma elástica.
Finalmente, este libro aspira a crear lecturas amenas propias para la juventud pandina, con temas propios de la región boliviana que marcó época con tradiciones aún no recogidas en su integridad. Así, quien acometiere escribir una Historia formal tendrá que llevar su mirada inicialmente a estos primeros destellos del historial pandino.