La guerra de la independencia fue un episodio más bien duro para la ciudad de Potosí y para el departamento. Por un lado sus autoridades se negaban a dejar el poder convirtiéndose en el puesto realista más fuerte de la región mientras que en los alrededores las guerrillas se apertrechaban para liberarse. El paso de los ejércitos auxiliares dejó una marca inborrable en la ciudad con su robos y destrozos. Pero finalmente llegó la independencia y con ella la promesa de renovación de Potosí. Como Pentland lo previera las minas de Potosí tenían todavía mucho por ofrecer y fué el motor de una economía que se basó en la producción minera. Sin embargo la pobre estructura del Estado boliviano llevó a la extracción sistemática de las riquezas del departamento por más de cien años sin dejar un aporte significativo ^ies