En los momentos de pesimismo o desencanto, frente a todas las circunstancias adversas que han conferido a nuestra vida histórica un signo constante de frustración y de dolor, no siempre se ha reparado en las ingentes dificultades que los bolivianos han debido afrontar para forjar la nacionalidad dotando a nuestro pueblo de una personalidad definida y vigorosa en medio de las naciones que nos rodean. Pocos países han tenido que luchar como el nuestro contra tantos y tan formidables obstáculos como los que presenta el territorio boliviano.