Un marco histórico establece un marco de interpretación. En ese sentido, lo que nos proponemos es ofercer un marco interpretativo de proceso de constitución de una subjetividad que encarna el racismo como núcleo de sus creencias últimas, como ordenador de sus concepciones sobre la humanidad y la vida y como el activador, al cual se acude, para despertar esa subjetividad cuando e sistema de dominación en el cual esta se desarrolla, se encuentre en crisis.
El racismo es la consecuencia de un proyecto gracias al cual sale de su enclaustramiento cultural y civilizatorio y desde el cual su relación con la humanidad del continente invadido queda devaluada en los términos exclusivos de la dominación que desarrolla, para desarrollarse a sí mismo, a costa del indio; en quien se descarga, de modo paulatino, los costos reales (materiales y existencias) de aquel proyecto.