Este libro presenta las posturas políticas que se han enfrentado a lo largo de la historia del continente sobre la legalización de la hoja de coca: la del gobierno de Estados Unidos y la del pensamiento latinoamericano, a través del estudio del caso boliviano. El hilo conductor es la cultura de la hoja de coca; sagrada para algunos, profana para otros, pero con el poder de unificar a un pueblo en torno a su defensa. Así se analiza detalladamente la legislación internacional de control de drogas, y las relaciones políticas de América Latina con Estados Unidos. En particular se demuestra que el caso boliviano ofrece claves para entender los dilemas que enfrentan los países latinoamericanos en los tiempos de cambio por venir en materia de regulación de drogas. Ofreciéndose una historia de las drogas que derriba los prejuicios que dieron paso a su prohibición, y un relato del movimiento campesino que cambió el rumbo de los tratados de control de drogas de Naciones Unidas para el mundo.