Cuatro fotógrafos. Cuatro artístas. Cuatro miradas. Una vida ¿cuantas veces transitamos el mundo, incluso nuestra experiencia cotidiana, imbuidos de ceguera? como habiendo perdido la frescura de la mirada primera, casi ciegos por haber visto. Entonces la mirada deja de ser la luz del mundo, aquello que nos permite la maravilla de descubrir por entre las sombras de la rutina, la vida que pasa. Justamente la vida, como la belleza, guarda su secreto, no deja verse más que como una tenue brisa solitaria y silenciosa.