No todas las niñas y niños del país viven la crisis sanitaria de la misma manera y definitivamente quienes antes estaban en riesgo social, con la llegada de la pandemia a sus vidas, han agudizado su problemática y cada vez tienen menos posibilidades de superar la pobreza, eliminar el hambre, contar con seguridad social, tener el cuidado familiar adecuado y, en suma, que sus derechos se respeten y puedan ejercerlos. En este contexto con todo pronóstico adverso, el trabajo de Aldeas Infantiles SOS en Bolivia se tornó más relevante, no solo porque coadyuva a reducir las desigualdades sociales del país, sino porque las niñas, niños adolescentes, jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad sintieron que cuando el mundo se desvanecía, nuestra organización podía sostenerlos e impulsarlos a avanzar.