Las operaciones de extracción de recursos naturales, especialmente en las áreas de hidrocarburos y minería son, a la vez, actividades promovidas por las inversiones extranjeras y el producto de las políticas asumidas por los Estados. Todo con la finalidad de obtener un aumento de rentabilidad. No cumplen aún con la necesidad de generar una sustentabilidad ecológica y medioambiental. Por otra parte, tales proyectos y programas de desarrollo tampoco acaban de entender que las poblaciones indígenas tienen derechos no solamente enunciativos, sino que representan exigencias que son responsabilidad estatal de cada país.