La Literatura boliviana puede dividirse en 4 grandes épocas:
Época Pre-colonial, que se ocupa de la literatura incásica; Época
Colonial, que comienza en 1492 y termina en 1825, que se subdivide en
Literatura durante la Colonia y Literatura de la guerra de la
independencia y de principios de la República; Época Republicana, desde
la independencia de 1825 hasta 1899; y la Época de 1900 hasta nuestros
días.
De la literatura quechua solo existen hermosas canciones y leyendas orales, poesías, himnos religiosos y relatos heroicos.
La Poesía Lirica de los Quechuas iba acompañada de música, lo que
equivale a decir que era cantada. La preocupación de sus sacerdotes y de
sus poetas iba encaminada a rendir homenaje a los dioses, se le cantaba
en las siembras, en la paz y en la guerra, en la sequia y en la fiesta
anual.
El cultivo de las lenguas vernáculas fue una de las acciones
de pedagogía intencionada más sugestiva e interesante que realizo
España en las colonias de Alto y Bajo Perú. Anotaremos los estudios
sobre la lengua aymara.
Ludovico Bertonio, dedico sus estudios al aymara, autor de libros
valiosos como “El Arte Gramaticalâ€, “Vocabulario de la Lengua Aymaraâ€,
“El Arte de la Lengua Aymaraâ€, “Libro de Vida y Milagros de Nuestro
Señor Jesucristoâ€, en aymara y español. Todas estas obras son el
monumento más completo de la lengua aymara.
El Inca Garcilazo de la Vega escribió la obra: “Los Comentarios
Realesâ€, donde evoca a la raza indígena dominada por el conquistador y
destaca el amor y el orgullo como señas vitales de este pueblo. Aparece
la primera parte de esta notable obra en 1609, y la segunda, en 1616.
Sobre la lengua quechua, según el Obispo de la Plata, Fray Domingo
Santo Tomas fue el autor del libro más antiguo que se conoce sobre el
idioma de los incas, denominado Gramática o Arte de la Lengua General de
los Indios en los Reinos del Perú, y Lecciones y Vocabulario de la
Lengua General del Perú, llamado Quechua.
Se destacaron como escritores en la Colonia en el Alto Perú: Fray
Antonio de la Calancha, el Padre Barba, Vicente Pazos Kanki, Gaspar
Escalona y Agüero, Juan Pasquier, Antonio de Acosta, Pedro Méndez,
Bartolomé de Dueñas, Enrique Érico Martin, Diego Gallostegui, Juan
Sobrino y otros.
Los temas que primaban eran: La preocupación religiosa, la
especulación jurídica, y el legendario Potosí. Estas fueron las fuentes
de la escasa producción literaria durante el periodo colonial, sin
excluir algunas crónicas o relaciones históricas.
Fue publicada la obra “Los Anales de Potosí†y la “Historia de la
Villa Imperial de Potosíâ€, la primera fue publicada por primera vez en
Paris por el biógrafo boliviano Vicente Ballivian y Rojas.
Aunque hasta 1939 la investigación histórica ofrecía una atmosfera de
duda sobre el nombre del autor de estos dos libros, documentos
encontrados en Sucre prueban que ambos son de la autoría del prestigioso
escritor potosino Nicolas de Martínez Arzans y Vela (s. XVIII), quien
integro un grupo de hombres de la Colonia que se distinguieron por sus
obras creadoras.
También se destacaron el Arzobispo Gaspar Villarroel quien escribió
“Gobierno Eclesiástico y Pontificio†y “La unión de los cuchillosâ€.
Carlos Inca, quien nació en el Cuzco, y cuyo verdadero nombre era
Calixto Carlos Bustamante, desarrollo el género humorístico y satírico,
la obra más destacada es: “Lazarilloâ€, que trata la historia de ciegos
caminantes.
La Universidad de San Francisco Javier fue el crisol de las
ideas libertarias, los doctores y estudiantes de la universidad
discutían los principios revolucionarios, y a pesar de las prohibiciones
se formaron Clubes literarios e ideas políticas sustentadas en los
fundamentos de la Revolución Francesa.
Juan Wallparrimachi: Guerrillero y poeta quechua, nació en Potosí en
1793 y murió a la edad de 20 años, en una de las batallas de la
Independencia en 1814, a las ordenes de su protectora y jefa Doña Juana
Azurduy de Padilla. La obra dedicada a este tema es “12 Poemas de
Wallparimachiâ€, en la “Poesía Quechua†de Jesús Lara (1974).
Es el género literario que floreció mas sobre otros géneros. Se destaca la obra de Jose Manuel Cortez, quien publicó “Ensayo sobre la Historia de Bolivia“. Pero es Gabriel René Morenos el representante de estos géneros, por la vocación de su vida y la importancia de su obra.
La novela es el género de más tardía aparición en el escenario
literario boliviano. Los tres grandes poetas modernistas son: Ricardo
Jaimes Freyre, Reynolds y Franz Tamayo, pero es la segunda Gesta Bárbara
la que concentra estas manifestaciones con la poesía social de
tendencia minera o campesina, obrera y de clase media.
Cronológicamente, la primera novela que se escribió en Bolivia no la
escribió un boliviano, sino un argentino: Bartolomé Mitre; se trata de
una novela breve y desmañada, más parecida a un cuento largo, y titula: “Soledad“.
En 1861 se escribió la primera novela, escrita por un boliviano: “Los Misterios de Sucre“, su autor fue Sebastián Dalence.
Las principales obras que se ocupan de su desarrollo son: “Historia de la Novela Boliviana†por Augusto Guzmán, “Historia de la Literatura Boliviana†por Enrique Finot y “Literatura Boliviana†por Fernando Diez de Medina.
Es preciso señalar dos aspectos de la historia de novela, de
entonces, en Bolivia: la desigualdad de la obra de los autores y un
repetido afán de tratar temas ajenos al país.
En 1885 aparece la primera novela boliviana inspirada en la guerra de la independencia del Alto Perú. Se trata de “Juan de la Rosa†de Nataniel Aguirre, que según Marcelino Menéndez y Pelayo: “Es la mejor novela histórica hispano americana“.
Alcides Arguedas, que es considerado como el verdadero creador de la novela boliviana, publico “Pisagua†(1903), “Wara Wara†(1904) y “Vida Criolla†(1905). En 1919 apareció “Raza de Bronce“, recia novela indigenista. También escribió “Pueblo Enfermo“, libro que recibió muchas diferentes criticas.
Armando Chirveches (n. en La Paz en 1881 y fallecido en París el 29
de octubre de 1926), publicó varias novelas y poesía, Lilí (poesía),
Noche estival (poesía), Celeste (novela), Cantos de primavera (poesía),
La virgen del lago (novela), Añoranzas, al amor y a ellas (poesía), Flor
del trópico (novela), A la vera del mar (novela), pero las que más se
destacan son, La candidatura de Rojas (novela) y La Casa solariega
(novela).
El tema de las minas bolivianas y la situación de los trabajadores del subsuelo es el argumento central de la novela “En las tierras de Potosíâ€
de Jaime Mendoza , quien junto a Arguedas y Chirveches es uno de los
principales representantes de la novela realista boliviana.
Después hacen su aparición: “Aguas Estancadas†de Demetrio Canelas; “Intimas†de Adela Zamudio ; “Ante la Corte de Yawar Huacac†y “California la Bella†de Abel Alarcón; “Cielo y Tierra†de Jose Revueltas, “Wall Street y Hambre†de Tristan Marof; “Renovarse o Morir†de Walter Carvajal; “El Cholo Portales†de Enrique Finot y “El Pillo Oliver†de Ramírez Velarde.
La Guerra del Chaco (1932 – 1935) tuvo profunda repercusión en la
conciencia boliviana, tanto más que la que tuvieron las guerras del
Pacifico (1879) y del Acre (1900).
Las novelas cortas publicadas por Augusto Céspedes en su obra “Sangre de Mestizosâ€
reflejan de forma cabal el impacto de la guerra del Chaco; en este
libro se destaca la concisión de su estilo y la habilidad de la
construcción literaria, “es una creación de excepciónâ€.
“Prisionero de Guerra†de Augusto Guzmán es un buen libro donde se
acentúa los datos autobiográficos; “Aluvión de Fuego†de Oscar Cerruto
es de esta época quizá la novela mejor equilibrada y escrita. “Chaco†de
Luis Toro Ramallo es excelente en su forma y en el fondo fusiona la
realidad con la fantasía.
A partir de aquí se acentúa la tendencia nacionalista en la novela boliviana, ejemplos de ello son: “Surumi“, “Yanacuna†y “Yahuarwinchij†de Jesús Lara.
“La Chaskañawi†(Ojos de Estrella) de Carlos
Medinaceli es, sin duda una de las mejores novelas costumbristas de
Bolivia; la obra es un testimonio de la vida provinciana del sur de
Bolivia; su contenido es amargo y contiene tintes autobiográficos y
retazos de ironía, que a veces, desciende al sarcasmo.
Antonio Díaz Villamil, también denota una creciente faceta social de la sociedad boliviana con su novela “La Niña de sus Ojos“.
La coyuntura política y social siempre estuvo presente en los
diferentes escritores, Oscar Alfaro, en sus obras muestra las
inquietudes sociales del autor y su empeño en plasmar las costumbres y
formas de vida del país caracterizan su obra.
La novela histórica tiene un acertado cultivador en Abel Alarcón, autor de “Era una vez…“, “Historia Novelada de Potosí“, “El Precursor“,
novela de la vida del caudillo vicuña Jose Alonso de Ibáñez. Se destaca
también Jose Enrique Viaña, autor de la historia novelada de la Villa
Imperial de Potosí, titulada “Cuando Vibraba la Campana de Plata“, los dos autores emplean en sus libros un castellano arcaizante para dar sabor colonial a sus trabajos.
Raúl Botelho Gosálvez; sus obras: “Borrachera Verde“, “Coca“, “Altiplano“, “Vale un Potosíâ€, “El Tata Limachi†y “Tierra Chúcara†son de tendencia social, su tema es el pueblo y los paisajes de Bolivia.
Después de Freyre, Tamayo y Reynolds, entre los 60 – 80, inscriben su
nombre los autores Oscar Cerruto, Jaime Sáenz, Néstor Taboada Terán,
Jesús Urzagasti, Jesús Lara, escritores de primera línea a nivel
nacional, latinoamericano y universal, y marcan una nueva manera de
hacer literatura en Bolivia.
Actualmente se destacan autores como: Gonzalo Lema, Premio Nacional
de Novela 1998 con “La vida me duele sin vosâ€; Ce Mendizábal, Premio
Nacional de Novela 1999 con “Alguien más a cargoâ€; Tito Gutierrez con “Magdalena en el Paraíso“, Premio Nacional de Novela 2000; Ramón Rocha Monroy con “Potosí 1600“, Premio Nacional de Novela 2001; Edmundo Paz Soldán quien en 1997 gano el prestigioso Premio de Cuento “Juan Rulfo†y que en 2002 gano el Premio Nacional de Novela con “El Delirio de Turing“; Wolfango Montes, quien por “Jonás y la Ballena Rosada†recibió el Premio “Casa de las Américas†en 1987, Juan Recacochea, Mamfredo Kempff entre otros.