La quinua, después de haber enfrentado a la discriminación por miles de años, igual que sus habitantes nuestros abuelos, ahora en un giro de 90° se ubica en la palestra preparado por los que un día quisieron quebrantar sus raíces persiguiendo su desaparición, si hablamos de alimentación la milagrosa semilla recuperó su sitial que tuvo en aquel tiempo, logrando su slogan como alimento del futuro.
La elaboración de la k´ispiña práctica propia de los aimaras que está vinculado a sus principios, sus conocimientos nos ayudan a reflexionar y valorar la mano de obra de nuestros antepasados.