La investigación de María Galindo es audaz e inteligente. Esta investigación social critica y útil desplaza el lugar de la reflexión, ilumina lo que solo son pilares del más anquilosado sentido común colonial y abre un torrente de nuevas preguntas al pensamiento. María no contesta a todas las preguntas, las presenta, reflexiona sobre ellas y las organiza: diagrama a través de ello un renovado camino para la investigación teórica y para la reflexión y la práctica política.
Si no hay libertad política sin libertad sexual entonces ¿significa libertad sexual más allá del díscolo y siempre frágil "reconocimiento de derechos" sexuales por parte del Estado? Si el corazón de la libertad sexual está en la autonomía del cuerpo y en la circulación polimorfa de la energía erótica ¿Qué nos dice todo esto sobre las formas contemporáneas de la política y de su reducción a complicados y opacos mecanismos de sustitución y representación?.