El primer capítulo gira en torno a la ruptura del equilibrio terminológico de una especialidad que suponen los neologismos. Este nuevo orden léxico se consiga en las mejores condiciones para la lengua española, corresponde a la acción decidida y conjunta de los distintos participantes, en este caso los profesionales de la archivística. En el segundo se insiste en el hecho de que las obras de referencia son fundamentales para conseguir una buena terminología en una especialidad. El tercer capítulo del libro supone una reflexión sobre el papel del especialista en un determinado ámbito respecto a la terminología con la que trabaja y cómo este es el único que, en principio se encuentra en condiciones de realizar un análisis serio y detenido sobre los conceptos y los términos de su especialidad. En el capítulo final puede observarse cómo la transposición de la terminología inglesa hacia el español que se produce en el momento actual responde a una necesidad denominativa por la aparición de nuevos conceptos al evolucionar la realidad de la disciplina ^ies