Su padre fue un médico y aventurero alemán, que fusionó su estirpe con una hermosa dama beniana. El resultado de esta amalgama de orígenes tan distintos, dio como resultado; un joven alto rubio y de temerarios ojos azules eléctricos. Germán Busch creció en la amazonía boliviana como un montaraz, entre vaqueros y cazadores que le inculcaron el amor por las armas y los caballos.
Se constituyó en un niño terrible en la guerra del Chaco, donde al mando de un grupo de locos, aparecía como un fantasma detrás de las líneas enemigaslogrando hazañas inverosímiles y por cuya cabeza el ejpercito paraguayo ofrecía suculentas recompensas. Salió de las arenas sangrientas del Chaco envuelto en un aura de leyenda, constituyéndose en el héroe máximo del ejército boliviano.