Como lo señala el autor, las características de los documentos clasificados muestran fundamentalmente dos aspectos. Por un lado el carácter litigioso de la sociedad colonial y republicana, con el consiguiente papel que debía jugar la iglesia en los litigios y seguidamente, un conjunto de datos socioeconómicos sobre la administración de bienes temporales dentro de las instituciones, largamente denominadas eclesiásticas (como las cofradías y capellanías que eran instituciones laicas bajo el amparo eclesiástico)^ies