Esta es la historia de los testigos, cuando ya estamos todos algo hartos de hablar de los protagonistas de la guerrilla del Che Guevara, pletórica de egos, tragedias, excomuniones, dislates y desencuentros.
Gracias al Che que no imaginaba los efectos que su guerrilla tendría en la vida de algunos individuos, a falta de éxito político, los tres pasaron, de espectar la siempre movida, pero periférica política boliviana desde el edificio de Presencia y Agencia Fides, a la primera fila de las noticias mundiales. En un tiempo en que trabajar en el extranjero era, para los bolivianos, harto infrecuente, ellos ejercieron luego fuera y con mérito. En los años 70, de cuando provienen mis primeros recuerdos, sonaba prodigioso por complejo que un boliviano de moviera con acierto en el mundo. Y lo hicieron.