Los años ochenta han sido llamados "la década perdida" para los países de América Latina y el Caribe, y los indicadores económicos correspondientes a 1989, el último año de la década, acentúan el alcance de esta expresión.
El crecimiento económico de la región durante 1989 continuo siendo lento 0,7 % repitiéndose el patrón de 1988. Esto llevo la expansión global del producto interno bruto para la década a algo menos del 12 por ciento. Sin embargo, el crecimiento demográfico supero a la expansión económica, por lo que el PIB per cápita declinó en 1.1 por ciento de 1988 a 1989. El PIB per cápita de la región disminuyó aproximadamente un 8 por ciento durante la década, retrocediendo a los niveles que tenía en 1978.