Junto con la promulgación de la Ley de hidrocarburos No. 1689 en 1996, llegó el proceso de capitalización del sector hidrocarburos  y la suscripción de contratos petroleros de riesgo compartido. Se estableció entonces una nueva metodología y distribución para el cálculo de regalías y participaciones a favor del Estado boliviano de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y de las prefecturas departamentales diferenciando la distribución de aquellos campos que se encontraban produciendo en el momento de la aprobación de la ley (hidrocarburos existentes) de aquellos campos cuya producción iba a iniciarse luego de la promulgación de esta norma (hidrocarburos nuevos).