Tupiza es uno de los pueblos más antíguos de Bolivia. Sin embargo durante varias décadas a fines del siglo XIX y principiso del siglo XX Tupiza fue también un centro internacional para el comercio, viajando por la carretera entre Lima y Buenos Aires, además de ser un centro de minería. Tropas enormes de mulas venían desde el norte de la Argentina, apacentaban en las villas afuera del pueblo y tomaban la ruta a las minas en el norte. El cercano cerro Chorolque, rico en estaño, bismuto, antimonio, zinc, y plata y acribillado por las minas, empleó cientos de trabajadores.