El 22 de diciembre de 1992, una noticia muy especial dio la vuelta al mundo. En un país siempre condenado al olvido, como es Paraguay, se descubrieron toneladas de documentos de una dictadura alienante que perduró entre los años 1954 y 1989. El general Alfredo Stroessner había gobernado bajo el amparo de los Estados Unidos durante 35 años imponiendo el horror cotidiano. El miedo apagaba las miradas en aquel país por donde transcurrió una de las historias más fuertes y conmovedoras de la región.
La obsesión por la justicia del profesor y abogado MArtin Almada, una de las víctimas de aquella dictadura, le aportó la imprescindible energía para cumplir el objetivo que se propuso desde que, gracias a la solidaridad internaciona, partió al exilio en 1978.