El capítulo uno busca las raíces del proceso de Participación Popular en Bolivia, el grado de influencia del movimiento campesino indígena, la influencia recíproca entre el debate sobre la descentralización y el debate sobre las nacionalidades. Concluye que no hay evidencia de una interrelación activa y si un proceso de fortalecimiento de las organizaciones y sus demandas que coincide con la perspectiva de la descentralización municipal, lo que de alguna manera recupera, aunque sin la participación de los actores locales, una perspectiva con amplias posibilidades para el  movimiento indígena.

El capítulo dos recapitula la valoración de los 12 años de la partición popular sobre todo aquella que hace referencia al área rural y especialmente en la perspectiva campesina indígena. Se presenta una clasificación por temáticas y perspectivas comunes. En resumen, no existe un criterio común entre los investigadores se presentan criterios encontrados, perspectivas complementarias y análisis contradictorios.

El capítulo tres introduce un espacio municipal los conceptos de etnia, cultura y nación, en tanto relaciones de poder, pero también de relaciones habituales, cotidianas y familiares, cuya connotación en el ámbito local hacen de su estudio un requisito para comprender las relaciones de poder e interpretarlas históricamente. En esta temática existe una literatura muy rica y abundante.