La realidad fáctica es que el endeudamiento no ha resuelto los problemas estructurales del país, contrariamente ha vuelto a Bolivia en un país más dependiente ¿pero por qué? ¿cómo así?.
La elocuencia de los hechos es más contundente que los argumentos. Los resultados de la política de endeudamiento en Bolivia, así lo testifican. Son millones de dólares que los gobiernos de facto y democráticos comprometieron bajo el argumento de invertir para el desarrollo o saldar cuentas de un país atrasado que los propios acreedores habían causado, pero a al hora de las cuentas finales, no se ve el mentado desarrollo y contrariamente, se convirtió al país en más sumiso y atrasado.